Cuando alguien deja huella en un colegio se siente. Él ha sido un pilar más de nuestro día a día en los últimos 22 años. Todo lo que en estas letras podáis leer, ya os digo que se queda corto.
Grande de corazón y de alma; excelente en su trato con los niños/as y con adultos; educado y respetuoso con toda la comunidad educativa; paciente, prudente y campechano; trabajador incansable y jamás una mala palabra.
Amigo, padre, abuelo, compañero...
"Bernardo: me he caído, una tirita"
"Bernardo: fotocopias, folios, bolígrafos..."
"Bernardo: el balón, el palo y la escalera"
"Bernardo: un martillo, el destornillador, una llave, el radiador"
"Bernardo: el grifooooo; se sale el agua, la fregona por favor"
Gracias amigo por estos años que nos has dado de sabiduría y cariño. Toca disfrutar de la familia y no olvides visitarnos.
Te queremos.
